lunes, 27 de mayo de 2013

Participación en poesía inédita Madre Bernarda

COLEGIO DE NUESTRA SEÑORA DE LA CANDELARIA

POESÍA A LA MADRE BERNARDA

Sara Patricia Morales Lara (4ºA)

Me contaron la historia
de una gran mujer
que se convirtió en santa
por enseñar la fe.

Verena era su nombre
y Bütler su apellido
tenía siete hermanos
y sus padres humildes campesinos.

De niña mostró su vocación
para servir al Señor
a Dios entrega su vida
para servir con vocación.

Su nombre es cambiado
Y a varios países viajó
enseñándole a los pobres
la palabra de Dios.

Hoy se recuerda
con respeto y amor
es la Santa María Bernarda
que muchas historias dejó.

  
POESÍA A LA MADRE BERNARDA

Luz Katica Llamas Medrano (8ºB)

En una tierra lejana
nace una niña destinada a ser santa
de ocho hermanos la cuarta
crece virtuosa y sana.

A los doce años recibe la comunión
y poco después descubre su vocación
para luego consagrarse
en alma y cuerpo a su Señor.

Lleva una vida de misionera sencilla y humilde
donde su relación con Dios es lo que más importa
nada la distrae de la misión impuesta
en la que la fe y el amor llevan parte.

Trabaja sin descanso día y noche
acunando en sus brazos a los corderos descarriados
volviéndolos hacia el buen camino
y descargándolos del pecado.

Los obstáculos no la detienen
de cumplir con éxito la misión encomendada
persigue con esperanza su objetivo
con fuerza, valor y constancia.

Su nombre es María Bernarda
y su misión es ayudar
a los que más necesitan
de Dios, del amor y la verdad.

Murió feliz en su lecho
y ahora está en la gracia de Dios
amando a los vivos y muertos
y cumpliendo su misión.




POESÍA A LA MADRE BERNARDA

Zaira Michelle Balanta Zetien (11ºB)


Corazón dulce cual néctar de una flor
embelesada con el furor divino
llenando a su prójimo en una lluvia de amor
María Bernarda a nuestras tierras vino.


¡Oh Dios! Padre celestial
¿Cómo puede una de tus hijas poseer tal bondad?
Solo Bernarda, madre misericordiosa
dotada de los más bellas dones fe y caridad.


Hoy me inclino ante ella con veneración
alabándola en las entrañas de mi alma y mi ser
mientras brotan en mi interior un torrente de emoción
al contemplar su gracia exhalada en un amanecer.


Guarda en tu seno maternal mi existencia
concédeme voluntad para cavar mi crueldad
permíteme volar contigo en las alas de una poesía


y en un acto de amor puro dale fin eterno a mi soledad.

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